Todos los años es una machina de emociones al momento de preparar el ambiente para los niños que empiezan un nuevo año escolar y esos que volverán. Entré al salón completamente vacío, silencioso, y desolado, con materiales utilizados el año anterior. Caminando y observando detenidamente cada material me llega a la mente, como una película, la historia de las pequeñas manos que cuidadosamente, y aveces no tan cuidadosamente, utilizaron el material. Recordando a ese niño que descubrió diferentes sonidos con las escaleras marrones, esa niña que quedó fascinada con el microscopio y puso cada cosa debajo del lente, el niño que se memorizó el nombre de cada pájaro, el niño que logró comenzar su exploración del mapa de Estados Unidos y terminó de ponerlo con mucho cuidado por sí mismo, aquella niña que en nuestro ambiente comenzó a leer y el niño que a corta edad domina problemas matemáticos de suma y multiplicación simple. En fin, cada niño una planta diferente, que se cuidó diferente y creció a su manera. Como un árbol, todos similares pero ninguno idéntico. Todos con las mismas ganas de aprender y ganas de ser feliz.
Mientras pensaba, mis sentimientos de tristeza por aquellos que se mudan de ambiente y una parte de mi corazón se va con ellos. Por otra parte, me quedo con la alegría de aquellos que llegan, y los que tengo la oportunidad de volver a trabajar.
Ahora me toca pensar en lo que puedo mejorar este nuevo año y los retos que están por venir ¿Qué puedo añadir?¿Qué debo eliminar? en fin, ¿Cómo puedo mejorar la experiencia de los niños este año que viene?
Entonces empezó la decisión de los materiales
1. Materiales de Vida Práctica
Mi reto es preparar un ambiente donde los niños se sientan libre, yo pueda presentar y los niños que vuelven puedan presentar materiales también. Los materiales que deben estar disponibles deben ser materiales simples que desarrollen su concentración y normalicen la comunidad. Los materiales de transferencia es la mejor opción parar que los niños se sienten libres, se prepara la coordinación de ojo-mano y se normalice el ambiente.
2. Lenguaje y Matemática
Preparé estas áreas con mucho cuidado para que llamara la atención y que los niños se sientan atraídos a estas áreas. De aquí nace la oportunidad de explicar las reglas básicas y darle oportunidad al niño que sea paciente.
Hay veces que el niño quiere entrar esta área, pues yo lo tomo como oportunidad de la secuencia de los materiales y qué debemos hacer primero.
3. Ambiente
Algo que me enseñó la experiencia es que necesitas dulzura para trabajar con los niños. Ellos necesitan sentirse seguros y confiados para que vayan a todas las áreas del ambiente. En un ambiente que hay paz y confianza y el niño va a crecer seguro, va a demostrar los periodos sensibles y como guía tengo que estar pendiente a estos periodos.
En fin, con la ayuda de varias guías Montessori, incluyendo una gran amiga y guía Montessori por muchos años Jennifer Estremera, preparé el ambiente para recibir el nuevo año escolar. Ahora con muchas ansias y aún con mariposas en mi estómago, estoy lista para ese Lunes ver los niños entrar al ambiente y espero que sea una de las mejores experiencias de su vida. Me preparo para cuidarlos como un jardinero cuida a sus plantas, me comprometo para proveerle el ambiente que necesitan. Me dispongo a regar su suelo para que sus raíces se nutran y su curiosidad los lleve a descubrir. Así los niños, en un ambiente lleno de paz y amor, crecerán en confianza para dirigir un mundo que necesita de ellos